El actor Kelsey Grammer regresa con el personaje que más éxitos le ha dado en su carrera como actor. De esta forma han tenido que pasar casi 20 años, desde que se despidiera por primera vez del psiquiatraPop más querido de la historia de la sitcom. Y 30 años desde que comenzase la andadura con este mismo fuera del bar de Cheers. Con un grandísimo número de seguidores, el cual yo me encuentro también. Para poder volver a traer al famoso psiquiatra otra vez a la pequeña pantalla, no ha sido nada fácil. El propio Kelsey Grammer llevaba ya mucho tiempo con este proyecto, el cual no ha llegado a cuajar hasta ahora. También hubo un intento dónde los principales protagonistas eran los hijos de Frasier y Niles; pero tal proyecto se esfumo enseguida, ya que las productoras no querían a un Frasier de recurrente, si no de personaje principal.
Para esta nueva aventura regresa a sus orígenes, a la localidad de Boston. Dónde lo que parece que iba a ser una visita de cortesía, cuando estaba dispuesto a viajar a París. Se vuelve en su nuevo hogar, junto a su hijo Freddy y su sobrino David. Con el recuerdo de su padre, interpretado por el actor John Mahoney actor que perdería su batalla contra el cáncer de cabeza y cuello un 4 de febrero del 2018. Dejando con un reparto lleno de nuevos rostros y también las visitas esporádicas de viejos conocidos de Frasier como su ex-mujer Lilith o su antigua compañera y productora Roz Doyle. Sin duda echare mucho de menos a Niles Crane y a Daphne Moon. con la intervención de nuevas caras como: Jack Cutmore-Scott (Oppenheimer), como Frederick "Freddy" Crane; Anders Keith (primera interpretación), como David Crane; Jess Salgueiro (Tiny Pretty Things), como Eve; Toks Olagundoye (Atracción fatal), como Olivia Finch y Nicholas Lyndhurst (Buenas noches cariño), como Alan Cornwall.
Mi primera impresión sobre los pocos capítulos que he podido ver es buena. Le falta bastante del encanto con el que nos enganchó, hace ya unas cuantas décadas. El peso del papel de Niles, era como un segundo riñón de Frasier. El Pepito Grillo que muchas veces le sacaba las vergüenzas y que le hacía también mostrarlas cara al público. De aquí que las fricciones con las que manejaba ya no son las mismas. También la falta del padre Martin, el cual deja un hueco en la serie que, en el fondo, creo que vería con muy buenos ojos esta nueva juventud de su hijo Frasier.
A continuación, puede haber spoilers, si no has visto la serie y la vas a ver. Por favor no sigas leyendo. Gracias.
Pero quiero volcarme en esta nueva andadura del psiquiatra de la radio, el cual ahora se ha convertido en profesor de universidad. Con la complicidad de su hijo Freddy, personaje que tiene más rasgos de su abuelo Martin que de su padre o su madre Lilith.
Un trabajo que le va a llegar sin haberlo planificado y una buena excusa para poderse quedar en Boston para poder liderar sus nuevas aventuras. Acompañado de su sobrino David encarnado por el joven y debutante actor Anders Keith. Dónde no le veo realmente meterse en el papel del hijo de Niles y Daphne. Este es sin duda el personaje menos construido de todos. En Boston tiene algo más que recuerdos, a su hijo Freddy. Quién en vez de seguir la senda de sus padres, decidió hacerse bombero, viviendo con una amiga suya y madre de un bebé. Motivo por el cual tiene miedo que su padre le desprecie e intenta ocultarlo. Aunque como se dice, solo hay 3 cosas que no se pueden ocultar, el sol, la luna y la verdad. En una escena que me lleva al camarote de los hermanos Marx. Dónde no todo es lo que parece y todo lo que parece no lo es. En esta ocasión Frasier traspasa barreras impensables en su anterior vida y algunas costumbres que hubieran sido un tabú. Pero intenta acercarse a la vida de su hijo, el cual decidió ser bombero antes de cursar una carrera en Harvard. Lleno de ocurrencias que eran más del estilo de critico gastronómico Gil Chesterton que del propio Frasier, aunque en su tono gana también mucho peso. Como gesto de acercamiento Frasier es capaz de comprar un edificio entero, con un apartamento lleno de simbolismos. Dónde, como le pasaría a Martin, su hijo Freddy tampoco encuentra su sitio en un lugar que simboliza todo lo opuesto a lo que es su vida.
Cambian los años, los aspectos y las formas. El Café Nervosa se convierte en una Bar más cercano al Duke's, rodeado de los amigos que ahora serán su nueva familia. Nicholas Lyndhurst, antiguo compañero de clase en Harvard ahora profesor vitalicio y Olivia Finch, una directora que hará lo que sea para que la eminencia figura del Doctor Crane pueda tener un buen espacio dentro de una institución. Dónde ya le han abierto los brazos. Dos amigos que ayudaran a Frasier a resolver todos los conflictos diarios. Con los que tenga que lidiar, ahora como profesor de la institución que le vio nacer profesionalmente. Compañeros que llevan consigo una responsabilidad muy alta ya que son los sucesores de Roz, Bob Bulldog, o Kenny Daly...
Hace ya 10 años que el actor Kelsey Grammer iba buscando una nueva vida para su querido Frasier Crane. Ahora es su tiempo. Aunque no nos pone en las mejores galas en su día. Su apuesta es muy interesante y sin duda, se le ve cómodo en un papel que lo calzó y lo sigue calzando a la perfección.
Frasier: 7/10.
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