Nota de prensa:
El próximo viernes 27 de octubre Filmin estrena, en exclusiva en plataformas en nuestro país "Skinamarink", la película de terror de la que todo el mundo está hablando y sin duda uno de los grandes fenómenos del género de los últimos años. Rodada en una semana por Kyle Edward Ball, con 15.000 dólares de presupuesto, ha logrado recaudar más de 2 millones de dólares en Estados Unidos, donde ha sido distribuida por Shudder. Un medio tan prestigioso como Variety la ha colocado en lo más alto del ranking de mejores películas de terror de 2023, por encima incluso del fenómeno "Háblame", y el proyecto "The Science of the Scare" sentencia que es la tercera película más terrorífica de todos los tiempos según la ciencia.
"Skinamarink" es una película absolutamente divisiva: o la amas, o la detestas. El argumento es muy sencillo: dos niños se quedan una noche solos en casa. Sus padres parecen haber desaparecido, así como las puertas y ventanas del hogar, mientras una indefinida presencia llama insistentemente su atención. Ambientada en 1995, la película adopta la apariencia de una vieja cinta de VHS, muy granulada, en la que las formas y contornos apenas se divisan. El film pretende emular las sensaciones que tiene un niño pequeño cuando le asaltan los terrores nocturnos, convencido de que hay un monstruo debajo de su cama o que el montón de ropa sucia que hay en la silla de su habitación es en realidad la silueta de un ser malvado. Los 100 minutos de duración de "Skinamarink" se componen de tomas estáticas largas e ininterrumpidas filmadas desde la perspectiva de un niño y mirando por pasillos alfombrados hacia puertas entreabiertas y la impenetrable oscuridad más allá.
"Creo que es difícil no identificarse tan profundamente con la historia porque todos hemos sido niños pequeños en algún momento y todos hemos tenido miedo", afirma Ball. El director confiesa haberse inspirado en la descripción que un amigo le hizo del videojuego "Silent Hill 2": "Hay horas en el videojuego en las que no sucede nada. Simplemente estás caminando sin hacer nada. Y pasado un tiempo todo se vuelve desconcertante y espeluznante. Entré un poco con esa mentalidad a la película". El director aconseja a los espectadores que se enfrenten a "Skinamarink" que diseñen el entorno perfecto para el visionado: "Lo ideal es que la habitación sea silenciosa y esté a oscuras, ver la película de madrugada y con el sonido de los auriculares al máximo". De hecho, Ball cree que ver la película en casa, y no en el cine, puede hacer que la experiencia sea más aterradora. "De hecho", explica, "la mayoría de películas de terror que he visto en mi vida las he visto en casa".
En el tercer número de Fzine, el fanzine de Filmin de edición limitada, la crítica de cine Desirée De Fez, autora del libro "Reina del grito", escribe una carta a Kyle Edward Ball, definiendo así su película: "no se parece a ninguna otra película de terror, no tiene ni el mal de la referencialidad ni el de la coyuntura. Emerge en una realidad paralela. Tiene sus propios códigos y su propio idioma, en el que se cruzan el lenguaje cinematográfico, el de Internet y el del arte experimental". Coincidiendo con el estreno de "Skinamarink", el próximo 27 de octubre, Filmin lanzará el tercer número de Fzine, esta vez dedicado al cine de terror.
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