67 SEMINCI Los autores de los cortos españoles de Sección Oficial agradecen que Seminci ofrezca una ventana a sus trabajo


Nota de prensa:

Los directores de los cortometrajes Son, Por la pista vacía y Arquitectura emocional 1959, Marta Nieto, Pablo García Canga y León Siminiani, respectivamente, han agradecido a Seminci ser una ventana que facilita que estas obras “tengan mayor visibilidad”. “Es una de las principales ventanas que puede tener un cortometraje en España”, han coincidido los tres directores, que han participado en la rueda de prensa de cortometrajes españoles, en el marco del Día del Cine español de la Semana Internacional de Cine de Valladolid. “Conseguir participar en Seminci es muy bueno para la vida de estos títulos, ya que te garantiza que otras personas se van a fijar en él”. Los tres cortometrajes compiten en la Sección Oficial de Seminci.


En esta misma línea, Siminiani ha garantizado que estas obras existirían “en menor medida” de no ser por la existencia de estos espacios. “La visibilidad es mayor y el ecosistema es también muy enriquecedor”, ha añadido Nieto. Unas palabras que se han sumado a las de García Canga: “Es un regalo que al final un proyecto tenga verdadera visibilidad”.


Arquitectura emocional 1959


“Es un corto que aúna cine y arquitectura”, una mezcla que Siminiani llevaba tiempo persiguiendo y ha reflejado en Arquitectura emocional 1959. Así, ha detallado que en su corto existe una doble historia de amor; por un lado, la del propio director con la arquitectura y, por otro, el de la pareja protagonista. “Me planteé hacer un cortometraje en el que el espacio fuera el contenido y no el continente, para lo que partí desde una historia codificada de amor interclase fijada en un tiempo concreto”, ha narrado el director antes de explicar que esa idea le ha ayudado a transmitir su “amor por el espacio de Madrid”.


Arquitectura emocional 1959 cuenta la historia de amor de Sebas y Andrea, unos universitarios primerizos, en el curso 1958-1959. He aquí cómo clase social e ideología se convierten en obstáculos ¿insalvables?... He aquí la arquitectura marcando, inadvertida, la línea de puntos que acabe dictando su emoción.


Por la pista vacía


“La idea inicial nace de los mensajes que se van borrando, de la idea de que si contamos algo de nuestra vida nos estamos reinventando según lo contamos porque podemos dar varias versiones sin que una llegue a ser verdad o mentira”. Con estas palabras se ha referido el director García Canga a su obra, la cual tuvo un proceso de escritura de dos días y que persigue, a su vez, mostrar “una relación en la que no acaba de estar claro qué es lo que estaba pasando o lo que pasó”.


La joven Ana graba un mensaje de audio para un antiguo amigo. Duda. ¿Qué conviene recordar? ¿Qué conviene olvidar? ¿Qué palabras utilizar para cerrar viejas heridas? A veces se confunden en nosotros las fronteras entre la admiración, la amistad, el amor, el rencor o el odio. Podemos decir que odiamos y al poco decir que amamos y estar siendo sinceros las dos veces. Este es un cortometraje que pretende filmar eso: la confusión de los sentimientos, su contradicción.


García Canga ha destacado el trabajo junto a la actriz Bruna Cusí, de la que ha puesto en valor la “musicalidad en su manera de hablar”, pues, tal y como ha expresado, ha sido una de las veces que menos ha tenido que dirigir a alguien.


Son


La directora Marta Nieto, que ha desvelado que el cortometraje nace de un largometraje que está escribiendo en la actualidad, ha expuesto que adentrarse en este proyecto ha sido una “experiencia preciosa” en la que ha aprendido mucho. Asimismo, ha manifestado que con Son ha tratado el tema de la infancia transexual “desde la tolerancia y el respeto y con la vocación de apuntalar el amor propio a través del lenguaje cinematográfico”.


El título trata sobre Ana, una madre que no sabe cómo tratar a su hijo Son, de seis años, y decide hacer una escapada por el campo para tratar de reencontrarse con él. Por el camino, se pierden en un laberinto en el que revivirán la confusión, la inconsciencia y la tensión de su propia relación, abriendo heridas del pasado con el fin de poder sanarlas y empezar a encontrarse.


El cortometraje opta también a la Espiga Arco Iris del festival. La directora, que ha mostrado su agradecimiento por esta oportunidad, ha declarado que es “precioso” que también existan espacios dedicados a ciertas temáticas que necesitan “visibilidad” para que “sean normalizados”. La directora ha aprovechado para ofrecer unas pinceladas sobre el nuevo largometraje en el que está trabajando, que también tiene como tema principal la transexualidad, con el que no pretende “dar respuesta ni aclarar nada”, pero sí acercarse a una cuestión que “está ahí y que hay que respetar, aunque parezca extraño”.

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