Lo mejor del film está en las interpretaciones de las chicas. Enfrenándose a los diferentes retos que se les estará poniendo en el camino. Tanto en sus inseguridades, como a la hora de enfrentarse a lo desconocido, sobre todo hablando de su condición sexual, ya sea heterosexual o lésbico. Con normas que no comparten y en su justa medida, tampoco querrán acatar. Por el otro lado está el nutrido grupo de cuidadores, gobernados por una directora que querrá llevar el centro siempre al más estricto orden, pero con muchas fugas, muchas fisuras dentro. Con la culpa encarándola todo el momento.
En momentos el film me da la impresión de haber cogido el perfil de los problemas de una adolescente, separándolo en un grupo de chicas. Haciendo que la historia se convierta en una retórica, casi constante. Pudiendo aportar mucho sobre la trama, debido a lo que ha podido llegar hacer, sobre una cuestión tan actual. Han cogido un camino fácil, y lo han hecho al mismo tiempo, muy previsible. Dejando un film al que le sobra bastante material, y le falta más consistencia.
En la parte del guion, lo mejor está en su propia metáfora. No son gente mala ni buena, son gente de la calle, que sobreviven y cuando crezcan, seguirán haciéndolo.
Nota: 5'5/10.
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