Los films de la directora china Chloé Zhao son muy habituales dentro de la SEMINCI, su anterior trabajo "The Rider" 2017, llegó a conseguir los premios: Espiga de plata, al mejor actor (Brady Jandreau), y el premio a la mejor dirección nueva, aunque en realidad ya tendría un film anterior “Songs My Brothers Taught Me" del 2015. Por eso se me hizo raro el no ver su nuevo film dentro del cartel de la 65 edición de la nombrada SEMINCI.
Con Nomadland la directora Chloé Zhao lucha contra los elementos establecidos en Hollywood, para recrear una historia llena de pasajes helados, una vida medio rota, y un futuro marcado por el horizonte de una carretera sin dueño. Nomadland no es la típica roadmovie, es un ejercicio de comprensión sobre lo que se hace bien y mal, dentro de una sociedad que, se catapultó al consumismo, y a esa vida de rebaño. Una sociedad donde lo que realmente importa es el producir, consumir, producir, consumir y así sucesivamente, sin saber realmente que esta vida solo hay una, y que nuestras decisiones son el rastro que tendrán que enmendar nuestras futuras generaciones. Es un agridulce poema contra el capitalismo, el cual los nómadas luchan por no llegar a tener esa vida que ellos llaman, vida de ganado. Para recrear el film cuenta con una de las actrices más cotizadas dentro del mundo actual del cine norteamericano, Frances McDormand (Tres anuncios a las afueras). Con ella completan el reparto el anterior equipo de actores/actrices que conformaron el film "The Rider": Tim Jandreau; Lilly Jandreau; Terri Dawn Pourier; Cat Clifford; Lane Scott; Tanner Langdeau; James Calhoon y Derrick Janis.
Fern es una mujer que se le derrumbo toda esa "estabilidad" que ella creía inquebrantable, con la muerte de su marido, y el cierre de la empresa con la que tantas esperanzas y trabajo había puesto. No es una persona que busca ese rastro de vida que perdió, sino que se estabiliza con lo que le está dando, y que es inconformista a la hora de querer asentarse en un mismo sitio. Aquí he de decir que Frances McDormand hace un ejercicio de interpretación brutal, dónde no deja caer la lagrima fácil ante un hecho que ella ve como la vida en sí misma.
En España Fern y la gente que la rodea en el film llega a resultar fría e incomprensible debido a que la situación laboral de un/a trabajador/a norteamericano/a, a un/a español/a se distancian mucho. En Estados Unidos no tienen un sistema de pensiones públicas, los cuales hacen que un/a trabajador/a tenga que compatibilizar su pensión con un trabajo extra para poder llegar a no pasar apuros todos los meses. En Estados Unidos se crea mucha más carga de trabajo, así como se destruye con tanta facilidad, y no es un hecho que nos muestran en este film, ya lo hemos visto en muchos otros, hasta en el cine comercial, el que un/a trabajador/a tenga que reubicar su residencia por motivos laborales. En España se va viendo poco a poco más, pero por ahora, las personas que tienen que cambiar cada cierto tiempo de hogar para poder seguir trabajando, es algo que no es habitual en una gran masa de población, aunque se está haciendo más numerosa con cada nueva etapa, ya venga por una crisis económica, o por una nueva burbuja., y para mí, es un ejercicio que lo llegue a hacer hace bastante tiempo. Y que creo que tendré que seguir haciendo, por eso comprendo tanto la vida de l@s nómadas.
Fern no es ninguna marginada, es una luchadora que sobrevive a todos los elementos con los que la ha tocado encararse. Aquí que no trabaja con la lagrima fácil, y que sea tan fría con el aspecto de otras personas que, si buscan un hogar estable, aunque en el fondo, ese hogar estable sea muy ficticio. Su directora, hace un trabajo magnifico con el resultado de un film que muestra el mundo sin titubeos, ni extremismos, sino que nos muestra la vida de l@s nómadas, tal y como son. Nomadaland, a pesar de lo que un gran público dice, no es un documental, es cine de autor.
Nota: 8'5/10.
Comentarios
Publicar un comentario