El canal se streaming Netflix es muy reconocido por apostar muy fuerte por las producciones propias en los países en los que está establecido. Si en Francia obtuvo un gran éxito con Marianne, una serie de terror, que claramente me quedó perplejo el anuncio de la cancelación de su segunda temporada. En España no se quedan atrás y hacen una fuerte apuesta con dos actores, que, a día de hoy, gozan de un estatus y una popularidad muy alta. Bajo el mando de los hermanos Pastor (Los últimos días), para poder llegar a realizar este film de suspense, que llega a momentos de ser un film de mal rollito. De esta forma el ganador del Goya Javier Gutiérrez, y el ganador del premio Bacardi Mario Casas, hacen un combo a nivel de interpretativo en un film dónde la lucha por el patriarcado se sirve a piel abierta o con las vísceras afuera. Una fábula donde el zorro al no encontrarse bien dentro de su propio hábitat, busca uno que se amolde a sus necesidades. En medio de todo esto se esconde una crítica muy directa a, como las personas mayores que caen en la bolsa del paro lo tienen muy mal para poder volver a ocupar un nuevo puesto de trabajo, el cual está al nivel de sus conocimientos. El reparto principal lo termina con Bruna Cusí (Incierta gloria) ganadora de un premio Goya a la mejor actriz revelación por "Verano 1993, y Ruth Díaz (Adiós), actriz ganadora del premio Feroz por "Tarde para la ira".
Atención, a continuación puede haber algún espolier:
Tras 7 años fuera de los films, estableciendo su trabajo dentro de las series de televisión, los hermanos Pastor consiguen su máxima puntuación dentro de su corta filmografía, dónde para poder llegar a entenderlo, te tienes que fijar en los pequeños detalles que este da en cada paso. Como Javier Muñoz (Javier Gutiérrez), un ejecutivo publicitario muy reconocido por su trabajo, se ve dentro de una crisis al perder su trabajo, y no poder reincorporarse a la bolsa de empleo, poniendo en un hilo muy fino todos los logros que ha conseguido hasta ahora. Ante los nuevos retos a los que se afrontan, su mujer Marga (Ruth Díaz), coge las riendas de la casa, amoldando las necesidades a la realidad, con un hijo que sufre de bullying. Está situación para Javier le sobrepasará, hasta que se da cuenta que todavía tiene las llaves de su antigua casa, y empieza a rebuscar las debilidades de los nuevos inquilinos de esta misma. De esta forma, su actor Javier Gutiérrez logra hacerse desde el primer momento con la personalidad del personaje, haciendo una historia muy brillante en las actuaciones, y muy perpleja en su acción. Dentro
de su búsqueda observa que puede llevar a realizar un cambio brutal en su vida, lo cual conlleva a traicionar, y llevarse por delante todo lo que haga falta, con tal de volver a ese sueño en el que le puso una vez la vida, y que esta misma se lo arrebató. Aquí es donde entra en escena la familia de Tomas, y su mujer Lara, los cuales, tras ese perfil perfecto, tiene sus agujeros por los cuales se cuela el anterior inquilino, y aprovecha para comer de esas miserias. De esta forma Mario Casas llega de ser una persona tranquila y responsable, a encontrarse con la persona que no se habría encontrado antes, o quizás sí, y no habría podido verlo nunca.
Con algún agujero en el guion, Hogar es un film para los amantes del cine de Hitchcock, el cual se detiene en muchas escenas, llegando a alargar el suspense, siendo esto, y sus interpretaciones lo mejor del film, con un final poco o nada creíble.
Nota: 6/10.
Atención, a continuación puede haber algún espolier:
Tras 7 años fuera de los films, estableciendo su trabajo dentro de las series de televisión, los hermanos Pastor consiguen su máxima puntuación dentro de su corta filmografía, dónde para poder llegar a entenderlo, te tienes que fijar en los pequeños detalles que este da en cada paso. Como Javier Muñoz (Javier Gutiérrez), un ejecutivo publicitario muy reconocido por su trabajo, se ve dentro de una crisis al perder su trabajo, y no poder reincorporarse a la bolsa de empleo, poniendo en un hilo muy fino todos los logros que ha conseguido hasta ahora. Ante los nuevos retos a los que se afrontan, su mujer Marga (Ruth Díaz), coge las riendas de la casa, amoldando las necesidades a la realidad, con un hijo que sufre de bullying. Está situación para Javier le sobrepasará, hasta que se da cuenta que todavía tiene las llaves de su antigua casa, y empieza a rebuscar las debilidades de los nuevos inquilinos de esta misma. De esta forma, su actor Javier Gutiérrez logra hacerse desde el primer momento con la personalidad del personaje, haciendo una historia muy brillante en las actuaciones, y muy perpleja en su acción. Dentro
de su búsqueda observa que puede llevar a realizar un cambio brutal en su vida, lo cual conlleva a traicionar, y llevarse por delante todo lo que haga falta, con tal de volver a ese sueño en el que le puso una vez la vida, y que esta misma se lo arrebató. Aquí es donde entra en escena la familia de Tomas, y su mujer Lara, los cuales, tras ese perfil perfecto, tiene sus agujeros por los cuales se cuela el anterior inquilino, y aprovecha para comer de esas miserias. De esta forma Mario Casas llega de ser una persona tranquila y responsable, a encontrarse con la persona que no se habría encontrado antes, o quizás sí, y no habría podido verlo nunca.
Con algún agujero en el guion, Hogar es un film para los amantes del cine de Hitchcock, el cual se detiene en muchas escenas, llegando a alargar el suspense, siendo esto, y sus interpretaciones lo mejor del film, con un final poco o nada creíble.
Nota: 6/10.
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