JUDY, deconstruyendo a Renée Zellweger , mitificando a Garland

Judy es la segunda película que el director Rupert Goold hace para el cine, siendo más reconocido por sus obras teatrales, además de haber trabajado para la televisión, o como escritor. Para esta ocasión, se aleja directamente de la obra de Shakespeare, para observarla indirectamente en un trabajo bastante complicado, la vida de una de una de las muñecas rotas de la factoría de Hollywood, con el acento británico. Para reencarnar a Judy Garland reconstruyen a Renée Zellweger, actriz que ha llegado a tener que hacer un cambio radical en varias ocasiones, para poder meterse dentro de la piel de los personajes, ya fuera Bridget Jones, donde tendría que hacer unas dietas nada saludables para poder llegar a engordar. En esta ocasión se apuesta por todo lo contrario. Dentro de un film que, a los admiradores de la actriz, no saldrán con muy buen cuerpo tras visualizar la película.

Junto a Zellweger completan el reparto principal: Finn Wittrock (La la land)(Invencible), Jessie Buckley (Chernobyl), Rufus Sewell (Dark city), y Michael Gambon (Harry Potter y el prisionero de Azkaban).


Judy está exhibida como un monologo de la actriz, distorsionando a todos los personajes que la rodean en cada una de las escenas.

Más allá de los escenarios, donde recrean el camino de las baldosas amarillas, expuestos como una mera observación. El director Rupert recrea una dramatización de los últimos años de la vida de Garland como recrearía el mismo a una obra Shakesperiana. Pero en vez de usar el directo de una obra teatral, lo hace para el cine. Aquí es donde saber manejar la cámara a su antojo, haciendo que las lágrimas se conviertan en un aro de esperanza, y las melodías de sus canciones, en uno de tristeza.
De esta forma se suma a una lista de directores que nos muestran al mundo del espectáculo en sus momentos más bajos. Ese biombo, que separa la cara pública y la privada, donde no permites que nada ni nadie pueda traspasar para ver tu interior más allá de los focos de atención, es usurpado, para mostrar esa triste realidad que ocultan tras ese biombo.

Judy es la historia de esa reina destronada por sus propios creadores, la cual la hicieron a semejanza de una muñeca, y no a una actriz con muchas posibilidades de poder vivir un sueño. El cual, la adición de los fármacos, y el alcohol, la destruyeron, convirtiendo la fama, en una forma de revivir una pesadilla, a la cual la cogió cariño. Ante unos agentes más feroces que una manda de lobos, siendo estereotipados bajo el perfil de una persona.
Dentro de sus últimos años de vida de Judy Garland, Rupert se toma alguna concesión, aunque la historia está muy cercana a lo que realmente ocurrió, y nos muestran en sí, como ocurrió en realidad. Eso sí, como he dicho antes, bajo una única visión de la protagonista.

Nota: 6/10.

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