El director neoyorquino Todd Phillips deja de lado las comedias al uso, tipo "Resacón en Las Vegas", o "Viaje de pirados", para meterse de lleno en un chiste macabro, la disección de la sociedad a través de la decadencia de uno de los personajes más míticos de la DC cómics. El antagonista de la ciudad de Gotham, Joker con este nuevo film, y a la par, la serie que lleva unos años en emisión se ha`podido demostrar que la ciudad de Gotham tiene vida, mucho más allá de Batman. Eso sí, siempre recurriendo a sus antagonistas, para mostrar la crueldad que se llega a palpar en una ciudad ficticia, la cual se llega a basar en los bajos fondos de New York, Detroit y Chicago para su recreación.
Algo me hace pensar que si no hubiera sido porque en el film de "Batman forever" Jim Carrey ya interpreto a "Riddler (Enigma)", yo hubiera apostado más por él, a la hora de confeccionar este nuevo Joker. El personaje se adapta a todos los registros del mítico cómico, que quiso poner un toque de drama en cada una de sus actuaciones, y esa crítica tan fulminante hacia la sociedad. Vamos, que como anillo al dedo; Pero, Obtenemos otra "maravillosa" actuación al optar como Joaquin Phoenix, para interpretar al corrosivo villano. Tampoco me olvido del formidable papel de Robert de Niro en el papel de presentador de un programa de televisión, Murray Franklin. Esa inspiración que le llega a Arthur Fleck, haciendo que en su mente le quisiera como un padre, hace que su vida torne en una continua actuación, dentro de un mundo demencial y ruin, hasta convertirlo en el propio Joker.
Joker no es el héroe de las clases bajas, o de las más desfavorecidas, es la realidad de estas mismas llevadas al extremo, bajo una sola mascara. Cuando el personaje se vuelve mucho más real, y pasa de ser un villano, al enfermo, que, a falta de su medicación, podemos encontrar en cualquier callejón de muchos suburbios. Joaquin Phoenix lograr inyectarse de la enfermedad del personaje, para hacerse con él en cada fotograma de la película.
Como fantasea en ser alguien alabado, en un mundo que no comprende y que, en cierto modo, él lo detesta. Mientras se va encerrando en su mundo interior, escapando de cualquier persona, por miedo a que vuelva a estar defraudado por una mala elección. Al mismo tiempo forjando la personalidad desequilibrada que es el personaje de Joker.
No todas las sonrisas son de felicidad o de tristeza...
... las hay que ocultan actos mucho peores de los que nosotros no nos podemos llevar a imaginarnos. Arthur Fleck está diagnosticado con la enfermedad llamada TOC, que quiere decir, trastorno obsesivo convulsivo, en otras palabras. Cuando el cerebro de Arthur se bloquea, sienta una escena de ansiedad o pánico, es cuando él empieza a emitir inconscientemente esa risa tan peculiar que ha llegado a llevarlo situaciones tan particulares como muestran en la película, casi siempre de recelo.
Hay un dicho que trata de que, tal es la persona o situación, dependiendo del prisma con el que lo mires. En esta ocasión el que sale muy mal parado es el padre de Bruce Wayne, Thomas Wayne. Le hemos visto como un fabricante de armas, como un hombre muy representativo en los negocios familiares; pero nunca como a un hombre despreocupado por la sociedad de Gotham, sirviéndose del posible cargo como alcalde, para mejorar los rendimientos de sus negocios. Transformando en mucho su historia, tal y como la llegaba a ver el propio Joker.
En tono a precuela de Batman, el Joker se va posicionando, moviendo sus pocas piezas, terminando de manipular el cerebro enfermo de Arthur, para terminar por convertirse en el antagonista más peligroso de todos los que ha tenido Gotham, Digamos que Joker es el film donde solo puedes salir con mal estomago al ver lo ruin que se puede convertir el mundo, porqué aunque parezca un chiste macabro, es la sociedad llevada al mayor de sus extremos; y eso sí que mete miedo.
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