Dolor y gloria, Pedro Almodóvar desentierra su pasado para un intenso drama

Pedro Almodóvar regresa a las grandes pantallas con su nuevo film "dolor y gloria", en el que vuelve a contar con un viejo amigo cómo protagonista, Antonio Banderas, con el que llegó a tener sus más que rencillas con el anterior film en el que trabajaron juntos, "La piel que habitó". De alguna forma vuelven a unirse dentro de una de las películas más personales de Almodóvar, en el que hace una clara declaración y defensa de su homosexualidad. "dolor y gloria" es la reflexión de un director que se ve hundido por un fuerte dolor físico y emocional, el cual le tiene apartado del mundo del cine. Sin llegar a ser una autobiografía, sí que llega a rescatar varios pasajes de su vida privada, mostrando una vez más que en todo su recorrido cinematográfico, siempre hubo una mirada intimista hacia él mismo, dónde supo jugar muy bien con cada protagonista, con cada actor, para poder llevar a cabo sus proyectos.
El film habla de Salvador, cómo creció realmente ante la única figura de su madre, la cual esta encarnada de joven por una de sus musas, Penélope Cruz, y de mayor por otra actriz que se volvió rápidamente en otra chica Almodóvar, Julieta Serrano. "dolor y gloria" es el homenaje a esa figura, la de su madre, una mujer que tuvo que luchar muy fuerte para que su hijo tuviera un futuro alejado de la pobreza en la que ellos vivían, ante un padre, interpretado por Raúl Arévalo, un tanto sumiso, el cual solo solía hacer acto de presencia en el trabajo y en el bar. En su hundimiento personal y profesional, en su decadencia se ve como el pasado vuelve para mostrarle una nueva mano con la que salir, pero ¿para hundirse en otro tipo de hoyo? Junto a ellos dentro del reparto están Asier Flores, actor que interpreta a Salvador de niño, Asier Etxeandia cómo Alberto Crespo, uno de sus actores fetiches de su época dorada, el cual llevaban 30 años sin hablarse, o Leonardo Sbaraglia cómo Federico, antiguo amante del director.


Pedro Almodóvar vuelve a confeccionar un drama muy intenso como nos tiene acostumbrados. Para mí, él, es sin duda el mejor director dramático de la época post de la transición. En dolor y gloria nos deja esas muescas tan inconfundibles que nos dejó ya en films como "Hable con ella", o "Todo sobre mi madre". En esta ocasión reivindicándose como un caballo de carreras que está apartado, cojo de una pata, pero con el corazón latiendo a toda velocidad por hacer lo que realmente le apasiona, el cine. Para ello se enfrenta a su pasado a través del aniversario de uno de sus films, el cual significo el empiece de ese declive emocional, el cual le llega a apartarse del cine, y de las personas que realmente creían en él, y que de alguna forma se sintieron heridas, o traicionadas. Es un gran deleite para mí como espectador, el ver como sabe sacar lo mejor de cada actor a la hora de interpretar a los personajes, con un guion muy intenso, pero como en la propia historia con obstáculos. El cual se deja lo mejor en los actores más representativos, con un telón invisible que nubla un poco a los secundarios.

A continuación, puede contener spoilers.

Penélope Cruz realiza uno de sus mejores papeles dentro de su carrera interpretando a la madre de Salvador. La escena del río es sin duda una de las más emotivas del film.

La adicción de adición de Crespo no es nada creíble, el cual llega a estar más de 30 años siendo un adicto a la heroína. Una de dos, o estaría con el cerebro como el de un mosquito de tanta desintoxicación, con un estado mucho peor del que aparece en la película, o estaría muerto.

La casa de Salvador Mallo está llena de grandes obras del arte, que con el tiempo se van revalorizando aún mucho más, como el propio director real. Obras significativas, que sin ellas él mismo, como llega a decir dentro del film, estaría totalmente perdido.

La implicación del folk en sus películas, ya sea el flamenco, para esta ocasión de parte de Rosalía, la cual se atreve en los mundos de la Bossa o el bolero ranchero es otro de sus denominaciones de origen, con el cual aparece otra de sus musas en la sombra, la cual ha puesto muchos contextos a cada fotograma en los que entonan sus melodías al pasar este mismo. Estoy hablando de Chavela Vargas, la añorada Vargas no desaparece en el film y vuelve a sonar "La noche de mi amor". Bajo la batuta del compositor y director Alberto Iglesias dentro de la banda sonora, donde matiza los sonidos del chelo.
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Dolor y gloria es el film que llega a meter al espectador en todo su recorrido, llegando a ser en momentos una verdadera obra maestra. Como siempre he dicho, Pedro Almodóvar nunca dejará indiferente a nadie, para bien o para

Nota: 8'5/10.

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