Sobre Ruedas es la historia de un mentiroso compulsivo, una persona que se dedica profesionalmente al mundo del marketing de ropa de deporte, quien llega a llevar esas habilidades de engaño a la vida amorosa, hasta que un día todo lo que él creía conocer y controlar se vuelve contra él mismo. Jocelyn es una persona que se encapricha tan rápidamente como al instante pierde el interés sobre su propia conquista. Hasta que sin querer, él es el que se enamora de verdad, pero está el detalle de que todo eso está basado sobre otra de sus mentiras. Aquí es donde me cuestiono si la gente es tan inocente como se piensa el propio Jocelyn, o si hay mentiras que siguen siendo mucho más bonitas que la propia realidad o que la propia verdad.
Sobre Ruedas es un film que no oculta ninguna carta, cuyo final es demasiado predecible. Sí es cierto que tiene un guión muy ágil, y que los dos actores están muy bien dentro de sus interpretaciones. Pero es más bien como una farsa-comedia que llega a un punto donde le falta mucho carácter; aunque la historia de amor llegue a ser muy bonita. Como ve que no puede llegar a seguir mintiendo, cae en el pozo de esa misma mentira, porque en su interior es lo único que se le da bien. Aunque si el director hubiera parado la farsa en algún momento, lo hubiera rubricado tan bien como lo ha hecho en el final de la misma. Pues las meteduras de pata que llega a cometer Jocelyn son para saber de sobra que nadie llorara cuando pongan los rótulos finales.
Como punto álgido sabe cómo enredar los enredos de su trama, aunque llevados a la vida cotidiana, ya hace tiempo se le habría pillado. Lo que más llama la atención es la química que hay entre los dos protagonistas, vamos, que es un fil para todos los que quieran pasar una tarde entretenida sin más pretensiones... que de todo tiene que haber en el mundo...
Nota: 6/10.
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