La directora Sally Potter regresa a las grandes pantallas con una nueva comedia de situación, al más, y puro estilo inglés clásico.The Party sería presentada en españa en octubre, en el festival de cine de autor de Valladolid SEMINCI. Un film que bien podría haber sido sacado de una obra teatral, pues sus escenarios se reducen a un salon, una cocina, y el cobertizo de la casa. La cual llega a hacer las delicias de todo amante del cine negro, con un reparto de lujo, dónde está Patricia Clarkson (La librería, Si la cosa funciona), Bruno Ganz (El hundimiento), Cherry Jones (Erin Brockovich), Emily Mortimer (La librería), Cillian Murphy (Origen), Kristin Scott Thomas (Cuatro bodas y un funeral), y Timothy Spall (El discurso del rey). Su sinopsis puede recordar mucho al film Perfetti sconosciuti del director italiano Paolo Genovese, y que el director madrileño Álex de la Iglesia, haría un remake el anterior año como Perfectos desconocidos. En esta ocasión no habrá juego, sino la fiesta de Janet, interpretada por Kristin Scott Thomas, la cual acaba de ser nombrada como ministra del gobierno, y que dentro de esa celebración desinformal entre amigos, sucederá un hecho. Por el cual la fiesta se convierta en un verdadero infierno.
The party es como ir cayendo en picado, mirar como puedes arreglar una situación muy incómoda, pero ver que todo eso cae en vano. Así mismo que ir empeorando la situación en la que se han envuelto. Sally Potter sabe cómo manejar a cada uno de los personajes, los cuales se muestran más extremistas, ante unos acontecimientos, que irán dejando la decadencia de una sociedad actual. A ritmo de Jazz, un buen vino para que las amarguras pasen lo más fácilmente posible. Dentro de las interpretaciones destacan sobre todo la intervención de Kristin Scott Thomas. Esa mujer que intenta ser fuerte, que quiere ser la víctima, pero que dentro de ella guarda un As en la manga que nadie se puede llegar a esperar. Dentro de una fiesta con amigos, de los cuales tienen una rencilla entre ellos, y cómo se va aumentando la tensión.
Entre una comedia negra, y una obra dramática, Sally Potter sabe jugar bien sus bazas, dejando un film totalmente dinámico, en el que conoce y sabe encontrar lo mejor en cada actor, a la hora de interpretar sus papeles.
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