¿Os acordáis de un atraco a una sucursal bancaria donde llegaron a secuestrar a la mujer del director de dicha entidad? ¿Os acordáis que dentro del robo se dejaron una caja con documentación muy delicada? Información sobre una trama urbanística, donde la hija del director secuestrado, fue víctima de un incendio provocado para poder especular con unos terrenos, los cuales llevarían una urbanización, que cumplía con todos los requisitos para ser otra urbanización, de un coste sobreinflado. Vamos, uno de tantos que llegaron a crearse durante la llamada burbuja inmobiliaria. Los atracadores no sabían nada de la existencia de esa caja y terminaron de la forma que terminaron, por sus numerosos errores, y la peripecia de un ex-policía corrupto hasta las trancas. En Cien años de perdón demos la vuelta a la tortilla. Un atraco a un banco en Valencia, donde uno de los cabecillas sabe perfectamente que es lo que tiene que buscar, mucho más allá del dinero, que hay dentro de la propia sucursal. De aquel film recuperan la presencia de José Coronado, en el que vuelve hacer de abogado del diablo, pero esta vez sin la peripecia, ni las balas en un cargador, que está a punto de descargarse ante los ladrones. "Cien años de perdón", es la historia donde no sabes quien es el más ladrón de todos. Ni quién se la está jugando a quién. Recurre a todos los tópicos de un film basado en un robo a un banco. Un equipo de atracadores que tienen cada uno sus propios objetivos. Una directora que sabe qué papel desempeñar, y con quién llegar a entablar una relación donde ambas partes salgan totalmente beneficiadas. Un José Coronado que le veo muy bajo en defensas, el cual sustenta un papel, al que le han comido la merienda, desde que empezó su rol dentro de la película. Y una historia que es más que previsible que el sabor de un chupete, cuando dan a conocer el número de la caja, donde se esconde el botín que, el jefe de la banda de atracadores quiere hacerse como pieza o trofeo principal de la historia.
A su favor, el director Daniel Calparsoro sabe mantener la tensión en el film, contando con un gran equipo de actores, los cuales saben manejar a la perfección su rol dentro de la película. Pero, le ha faltado meter un poco más de mala hostia dentro de los personajes. Haciendo que la trama no llegue a dar momentos de tensión, o que las escenas de acción sean muy escasas, y sin chicha. No te llega a emocionar, te deja en un mar donde gusta, pero no te dice nada. Un film que puede pasar un tiempo y del cual te llegues a olvidar fácilmente. Con una dirección más cercana a una audiencia mayor, pues sus sobresaltos no son ni de peldaño.
El film llevará consigo varios fallos. Los cuales hacen que el final sea nada creíble. Las pistas que irán dejando a la polícia, los que estan dentro de la trama, los que saben que es lo que tienen los atracadores, y los que juegan un rol de policía que ha acudido a la llamada del robo de un atraco. Dejan en evidencia a un equipo de ladrones, con la fortuna que, ninguno de los comisarios, tras tener todo para poder saber quienes son, no mueven ficha para poder hacerlo. Aquí es donde sale l argamasa que hacían en la serie de televisión "Manolo y compañía". Si le faltaba agua, aquí le falta ese liquido pero de otra forma...
Nota: 5'5/10.
A su favor, el director Daniel Calparsoro sabe mantener la tensión en el film, contando con un gran equipo de actores, los cuales saben manejar a la perfección su rol dentro de la película. Pero, le ha faltado meter un poco más de mala hostia dentro de los personajes. Haciendo que la trama no llegue a dar momentos de tensión, o que las escenas de acción sean muy escasas, y sin chicha. No te llega a emocionar, te deja en un mar donde gusta, pero no te dice nada. Un film que puede pasar un tiempo y del cual te llegues a olvidar fácilmente. Con una dirección más cercana a una audiencia mayor, pues sus sobresaltos no son ni de peldaño.
El film llevará consigo varios fallos. Los cuales hacen que el final sea nada creíble. Las pistas que irán dejando a la polícia, los que estan dentro de la trama, los que saben que es lo que tienen los atracadores, y los que juegan un rol de policía que ha acudido a la llamada del robo de un atraco. Dejan en evidencia a un equipo de ladrones, con la fortuna que, ninguno de los comisarios, tras tener todo para poder saber quienes son, no mueven ficha para poder hacerlo. Aquí es donde sale l argamasa que hacían en la serie de televisión "Manolo y compañía". Si le faltaba agua, aquí le falta ese liquido pero de otra forma...
Nota: 5'5/10.
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