
Para llegarnos a proyectartar el nuevo relato de la pareja más famosa del mundo del séptimo arte. Los hermanos Coen nos llevan de viaje al mundo del cine dorado de Hollywood. Unas décadas donde se premiaba más la labor de los propios guionistas, que los resultados en las taquillas. Ni todas las películas clásicas fueron un Boom, en lo que se refiere en la recaudación en la taquilla, ni todas las que sí lo tuvieron, no fueron tan clásicas como realmente nos las han vendido. Para los Coen, en algunas ocasiones ¡Ave César!, va más allá de un homenaje al cine cristiano, al cine que se hacía desde el circo romano, y aunque puede parecer un paseo entre las nubes. Un gran equipo puede llegar a perder el partido, hasta en los detalles más pequeños.

Desde los primeros compases, donde hacen un reflejo hacía Howard Hawks, con un guión que empieza muy rápido, y en el que los protagonistas, intercalan frases con doble sentido, y cortantes, las cuales van directas para que no puedan ni pensar el interlocutor. Pasando a emular a la perfección a Polanski, nadia como el director Roman, pudo llegar a escenificar tan bien con películas como "Chinatown", con un Josh Brolin interpretando al detective privado que velaba por la "intimidad" de las estrellas de Hollywood. Pasando a George Clooney, dentro del papel de Baird Whitlock, un actor cercano a la caracterización que tuvo Kirck Douglas, y que sería secuestrado, por un grupo de guionistas que pedían más parcialidad, más igualdad dentro e los beneficios, que se llegaban a llevar las productoras. Entre toda la trama aparece Hobie Doyle, el cual me recuerda mucho a la faceta como actor de Elvis; aunque se haya escrito que se fijaron en la figura de Kirby Grant, para poder hacer el personaje.. Una voz privilegiada, pero que no sería capaz de perder ese acento del sur, con el que los directores, les llegaba a llevar a la amargura.

Pero hay algo que no encuadra, que no encaja. A parte de que muchas escenas sean muy recurrentes dentro del mundo del cine, han perdido la ironía que tanto nos llamaron la atención en filmes como Fargo. Mostrándose, más que una locura de los hermanos Coen, como una cinta muy convencional, dentro de un homenaje. No hacen brillar a los protagonistas, metiendo tanto personaje en una cinta muy corta, y poco explicativa. Como dicen en la película, Si fuera algo tan simple...
Nota: 5/10.
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