Life (2015) la vida de un rebelde sin causa

El pasado año, se cumplió 60 años de la muerte, de uno de los rebeldes más famosos, de la historia del cine, de después de la segunda guerra mundial, James Dean. El director Anton Corbijn, rinde un homenaje con doble punta a la figura del enigmático actor. Pero al mismo tiempo, se pronuncia con una reflexión hacia el fotógrafo Dennis Stock. Un reportero gráfico que busco su primera incursión en los medios de comunicación, haciendo un reportaje, sobre uno de los actores que estarían más en boga en aquellos momentos. Con una vida personal totalmente rota, y un planteamiento único, entrar dentro de la escena mediática por todo lo alto; pero, se enfilo para encontrarse la cara oculta del joven rebelde. Una persona que se mostraría, en lo que es psicológicamente, un ser totalmente inestable. Tan pronto se comía el mundo, como que se llegaba a hundirse con sus propios pensamientos.


Life es la unión de dos personas con un objetivo, convertirse en famosos, pero con la diferencia de la aptitud. Mientras el fotógrafo Dennis Stock, se lo toma como un trabajo serio, donde se estaba jugando mucho, dentro de su carrera profesional. James Dean es retratado como el rebelde, que él interpretaba en sus películas. No le gustan las órdenes, no entiende nada de cumplir contratos y además juega con su vida dentro de una baza. Donde ni el propio actor que lo encarna, tampoco sabe reflejar bien.
Life no llega a brillar por sus interpretaciones, las cuales van desde muy correcta con Dane Dehaan, como James Dean, a muy forzada en la interpretación de Pattinson, el cual todavía no sabe transmitir ningún tipo de emoción dentro de sus papeles. Los cuales llegan a ser, una pareja que no llega a encuadrar en un mismo marco. De la película me quedo con esa tímida recreación de los años cincuenta, la cual hubiera sacado más partida, si se hubiera enfocado desde ese prisma.

Nota: 5'5/10.

Comentarios

  1. Joer, no tenía ni idea, estoy muy out. Teniendo en cuenta que es de Anton Corbijn quiero verla. Merci, kamarada.

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