
La verdad duele es un film que va más directo hacia la crítica, que la recién ganadora al oscar como mejor película, Spotlight, al mismo tiempo que tiene ese ritmo que la falta a "La gran apuesta", al actor Will Smith se le ve otra vez de nuevo, contento dentro de un trabajo que lo borda, que sabe como sacar esa lágrima fácil sin tan siquiera haber construido totalmente al personaje. Un personaje que irá sacando lo mejor de si mismo a partir de luchar por lo que él cree, ante una denuncia, en la que pide muchos más controles sanitarios, para parar de alguna forma, todas las muertes por suicidio que se está provocando dentro del deporte nacional americano. Aquí es donde arriesgo y tiró la moneda al aire diciendo que de haber estado en la alfombra roja este año, los resultados de esta misma hubieran variado considerablemente. Ya que al mismo tiempo de hablar de algo tan fundamental como es la salud dentro de los organismos del deporte, es una lucha, donde entra la moral, enfrentada hacia los valores que se les enseñan a los jóvenes estudiantes desde muy pequeños. La historia se irá desdoblando hasta que en un momento entra en juicio la moral y la responsabilidad. No nos olvidemos que el deporte es una de las mejores armas que tiene el cuerpo humano para desquitarse de encima todos los poros negativos que tenemos, no un reloj que nos indicará que día hemos de morir. A pesar de ser un film muy poco valorado, el cual ha tenido unos resultados muy pobres en taquilla, La verdad duele es sin duda uno de los films del año.
Nota: 9'5/10.
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