Unos Relatos salvajes que bien podrían valer un Óscar


Reza el dicho que la venganza es un plato que se debe servir bien frío. Al poder ser descabellado mucho mejor. Pero debe ser elegante, no algo burdo ni sucio, sino una venganza de la cual puedas hasta quedar bien, pues cuando quieras llevar a cabo lo que la persona contra la que te enfrentas, debes saber cómo nunca llegar a su propia altura. En este término el director argentino  Damián Szifrón coge ese argumento para poder recrear seis historias distintas, con enemigos diferentes y en situaciones muy peculiares, donde a veces las propias víctimas llegan a ser los culpables de la situación. Pero claro está, no hace falta ser una persona que haya cometido un asesinato para acabar siendo o sintiéndose uno ser un asesino. A través de seis capítulos nos relataran varias formas la venganza, la frustración, las desigualdades entre clases, los trastornos mentales por parte de unos personajes que se verán metidos en una historia que les llega a lastrar en un pozo del cual solo sabrán hundirse mucho más.



Nominada a un Óscar a la mejor película de habla no inglesa, Relatos salvajes es una obra maestra, el recorrido por seis infiernos donde las interpretaciones donde el director al mismo tiempo les ha escogido un animal a cada uno para definir su personalidad más oculta y así como derivaran sus aptitudes. Dario Grandinetti como el cocodrilo en el relato Pasternak; Julieta Zylberberg como la oveja y Rita Cortese como la gorila en Las ratas; Leonardo Sbaraglia como  el venado en El más fuerte; Ricardo Darín como el águila en Bombita; Óscar Martínez como el tiburón en La propuesta; y, Eríca Rivas como la tigresa en Hasta que la muerte nos separe.

Nota. - 9/10.

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