Régis Loisel y Jean-Louis Tripp regresan al pueblo montañoso de Notre-Dame-Des-Lacs situado en la provincia de Quebec (Canadá). Un lugar donde cada invierno a causa de que los hombres tengan que partir fuera del pueblo para trabajar, las mujeres toman el control de este con singulares historias que contar. En está ocasión llegan al número 8 donde esta dedicado a ellas, las mujeres.
Tras haber quedado en la anterior vez una historia un poco sosa y para mi muy precipitada, en Las mujeres vuelven a recoger un poco la senda que habían dejado en el quinto volumen. Sin duda es un homenaje a aquella personas que nos dejan un trabajo hecho en los hogares y que llega a ser casi siempre invisible y bastante menospreciado a la vista. Aquí es donde aparece Marie, viuda del tendero del pueblo, que como ya sabemos esta sin pareja, pero con una sorpresa para el pueblo que intenta retener lo máximo posible. Su embarazo, el cual al no saber a ciencia cierta de quién es el padre se lo tendrá que callar, pero este silencio ¿durara mucho? ¿Cómo se lo tomaran las mujeres más ancianas del lugar?
Pero en esos momentos hay algo que ha alterado la paz de las mujeres del pueblo de Notre-Dame. El cura Réjean ha decidido dejar el sacerdocio por un antiguo suceso con uno de los feligreses del pueblo que todavía le remuerde la conciencia. Así mismo seguirá con el proyecto de fabricar el barco de sus sueños, entre la capa espesa de la nieve. La cual colorea los paisajes de esta nueva entrega.
Siguiendo en su propia salsa los creadores de esta entrañable historia, nos vuelven a dar lecciones dentro de un pueblo con historias de hoy en día. Donde lo conflictos pasan por ser el cuidado de unas casa donde las propias mujeres se harán valer para sacar sus vidas adelante. Con unos personajes que van contando con mucha más personalidad, y un lugar frio pero no para los habitantes de el mismo. Sin duda si te gustan las historias comunes este es una gran saga para que tengas en cuenta.
Nota. - 8/10.
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