Lo primero que me gustaría decir es que los hermanos Farrelly son únicos a la hora de hacer este tipo de comedías. Las cuales están adulteradas con gags casposos que pasan algunas veces de lo ridículo, hacia la típica gracia infantil que no todos se ríen cuando se produce esta misma. Pero seguro que ese, es el truco y el trato que lleva haciendo el cómico Jim Carrey durante décadas, un actor, que dentro de su carrera cinematográfica en sí, él bien ha llegado a demostrar que vale para actuar, aunque sus mejores números en la taquilla han sido recaudados por las películas de este estilo. Algunas con más o menos contenido, pero aun así esta es sin duda una de las que menos sentido llega a tener. Pero ¿se puede calificar dentro del cine de lo absurdo? Más bien se puede calificar del típico cine para Frikis. Los cuales pasarían horas intentando ser o padecer de la misma denominación con la que se refieren a estos dos personajes. Una segunda parte donde más bien se llega a parecer a otras películas del estilo "Road Trip", o "La sucia historia de Joe el guarro".
20 años después de su primera aventura, los hermanos Farrelly vuelven a juntar a estos dos personajes, los cuales ni juntos los dos formarían una neurona sana. Harry y Lloyd, aunque pueda sonar a una copia absurda y demasiado barata de, el gordo y el flaco, son de lo más tontos imposible. Pasando por varios gags con una nula gracia, y un guiño a la serie "Breaking Bad". El film como gracioso llega a cumplir con lo justo, no es una película que se merezca premios, pero como he dicho en el principio, es el típico humor surrealista de los hermanos Farrelly y ahí sí que dan en el clavo. Eso sí, como todas las de este estilo. Es una comedia simplona de usar y tirar.
Nota. - 4'5/10.
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