Hoy terminamos la segunda temporada que el maestro Alfred Hitchcock nos dejo para la posterioridad, en aquella época, que hoy se nos antoja tan lejana y que sirvió para que muchos grandes realizadores y productores del suspense tuvieran escritas unas nuevas tablas por las que construir sus proyectos cinematográficos. Con el episodio de hoy me despido temporalmente del genio que ademas de escribir sobre crueles asesinatos, removía la conciencia y jugaba con la de los telespectadores, llegando a tener una fría presencia en su primera temporada, siendo esta cancelada al final por la CBS. Y con un tiempo después la volvería a reanudar con mayor acogida. Así de esa forma terminaría la década de los años 50. La serie llegaría a tener unas siete temporadas y Después se ampliaría lo capítulos a 50 minutos cambiando totalmente el formato y el nombre, pasando a ser La hora de Alfred Hitchcock. Por el momento no he encontrado más capítulos para mostrarlos online y que podáis degustar de sus maravillas, pero si me gustaría comentar que estoy preparando una nueva tanda sobre sus films. Eso si, espero que os haya gustado la sesión que os he traído hasta este pequeño rincón.
Con 3 décadas de cine a sus espaldas el maestro Hitchcock bien sabia lo que se hacia cuando se propuso lanzar adelante su proyecto televisivo. Claro estaba que como siempre, nunca se amoldaría a lo que habría realizado con anterioridad, algo que en esos días los productores ejecutivos del momento lo llegarían a tachar como a un autentico temerario y pocos, muy pocos llegarían a darle un visto bueno si haberlo consultado con la almohada de todos sus trabajadores y familiares. Por eso muchos perdieron unas suculentas fortunas, el no arriesgar era un icono, y bueno que demonios, es un icono para el fracaso. Quién no lo hace es que no podrá perder nada, sino que ya lo ha perdido.
De esta misma forma la cadena CBS emitió un 2 de octubre de 1955 su primer episodio. Así todo olia a Hitchcock, y aunque hubiera capítulos donde solo ejerció de presentador del mismo, estos siempre llevarían el visto bueno de una persona que no se conformaría con algo menor de calidad al que acostumbraba a sus espectadores a ver. Desde el inicio con la famosa silueta y esa melodía tan cómica, pues dentro de sus relatos había un poco de humor negro.
A lo mejor es cosa mía, pero cada vez que escucho la melodía del principio del programa mi mente me llega a recordar al dúo de cómicos, Lauren y Hardy, por eso de su manera de andar y como en muchas ocasiones la música enfocaba los pasos de los propios actores. Al mismo tiempo, fue acusado de gastar bromas con muy poco gusto a los actores y el tener una fijación con las rubias, a las cuales las haría pasar malos ratos. Pero si miramos de otros directores que llevarían la misma trayectoria del maestro Hitchcock, y que acabarían siendo unos verdaderos vanguardistas dentro de su genero, sus propios actores les recordaría como unos tiranos tras las cámaras... Pero como reza el dicho, todo vale en el amor dentro y tras la cámara...
Con 3 décadas de cine a sus espaldas el maestro Hitchcock bien sabia lo que se hacia cuando se propuso lanzar adelante su proyecto televisivo. Claro estaba que como siempre, nunca se amoldaría a lo que habría realizado con anterioridad, algo que en esos días los productores ejecutivos del momento lo llegarían a tachar como a un autentico temerario y pocos, muy pocos llegarían a darle un visto bueno si haberlo consultado con la almohada de todos sus trabajadores y familiares. Por eso muchos perdieron unas suculentas fortunas, el no arriesgar era un icono, y bueno que demonios, es un icono para el fracaso. Quién no lo hace es que no podrá perder nada, sino que ya lo ha perdido.
De esta misma forma la cadena CBS emitió un 2 de octubre de 1955 su primer episodio. Así todo olia a Hitchcock, y aunque hubiera capítulos donde solo ejerció de presentador del mismo, estos siempre llevarían el visto bueno de una persona que no se conformaría con algo menor de calidad al que acostumbraba a sus espectadores a ver. Desde el inicio con la famosa silueta y esa melodía tan cómica, pues dentro de sus relatos había un poco de humor negro.
A lo mejor es cosa mía, pero cada vez que escucho la melodía del principio del programa mi mente me llega a recordar al dúo de cómicos, Lauren y Hardy, por eso de su manera de andar y como en muchas ocasiones la música enfocaba los pasos de los propios actores. Al mismo tiempo, fue acusado de gastar bromas con muy poco gusto a los actores y el tener una fijación con las rubias, a las cuales las haría pasar malos ratos. Pero si miramos de otros directores que llevarían la misma trayectoria del maestro Hitchcock, y que acabarían siendo unos verdaderos vanguardistas dentro de su genero, sus propios actores les recordaría como unos tiranos tras las cámaras... Pero como reza el dicho, todo vale en el amor dentro y tras la cámara...
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