Spirou y Fantasio volumen 1 1946-1949 la primera era de Franquin

Si hay un dibujante al que se lo debe todo la saga famosa Franco-belga Spirou y Fantasio es sin duda Franquin. Gracias a el estos dos míticos personajes se convirtieron en inmortales, los mejores años surgieron de la pluma del padre de Gaston el gafe. Dibujante que recogería el testigo de otro de los grandes del cómic Jijé, más conocido por las trepidantes aventuras de Jerry Spring. Pero que el reconocimiento del creador del personaje es de Rob-Vel (Fantasio sería creado por Jijé en el 1944), autor que tuvo que dejar al personaje tras la prohibición de la revista Journal de Spirou, vendiendo los derechos del personaje a Dupuis y dejando el legado al mencionado dibujante Jijé.

Como reza el libro en su contraportada, los mejores años que se hicieron de Spirou fueron desde el 1946 hasta el 1968, y razón no le falta. Franquin supo llevar a el personaje a un apartado mucho más suyo, más personal. Modificaría totalmente las aventuras, desde empezar hacer pequeñas tiras cómicas, hasta recrear nuevos e importantes personajes, que con el tiempo tendrían su propia pagina y aventuras, como puede ser Marsupilami, o otro de los más grandes e inconfundibles de las tiras, Pepe el gafe. El cual en sus aventuras el era el secretario del Spirou, un joven torpe que no haría más que sacar de sus casillas al pobre Spirou.

En su primera aventura en 1946, historieta que no saldría a la luz hasta un año después, y que se publicaría en el Almanach Spirou. Curiosamente en el primer tomo donde saldría la primera historieta de Lucky Luke de Morris. Franquin poco a poco ya empezaba a meter en las historietas su propio diseño, su propia visión sobre los personajes,dando otro punto de vista muy distinto al que Jijé habría puesto en sus viñetas, y El tanque, es sin duda una buena prueba de ello. Aunque el propio autor no descartaría el terminar las historietas que Jijé no habría dejado terminadas y así llego a nacer historias como "La casa prefabricada". Causa que al mismo tiempo le daría miedo viendo los resultados que ya se habrían producido en otras tiras de cómic entre el salto de los estilos de dos dibujantes con una técnica muy distinta. Según comentaba el propio Franquin, el salto de viñetas entre Jijé y Franquin.
El 19 de diciembre de 1946 Franquin llegaría a publicarse la primer historia e solitario más larga que habría creado sobre el personaje hasta ese momento. En "La herencia" profundiza mucho más con los personajes, juega mucho más con el entintado y como no, las pasaría canutas recreando una aventura que había empezado sin guión y que realmente no sabía como podría llegar a terminar. Con un fin, o por desidia la dejaría en medio del trama sin desenlace y huérfana en algún cajón. Su padrino de pinceles, Jijé le noto su desgaste con el personaje y para darle una bolsa de aire fresco se lo llevaría a trabajar junto a Will y Morris, el cual aprendio mucho y supo recobrar una historia que ya de por si la dab por terminada. Para la suerte de todos los admiradores de Spirou, esta si llego a tener final, llegando a publicarse el 11 de septiembre de 1947. Dentro de "La herencia" Fantasio sería uno de los personajes que más cambiaría, por un lado cobraría mucho más protagonismo dentro de la historieta, dejando de ser un simple compañero de Spirou, Fantasio pasaría a ser otro personaje principal dentro de las viñetas. Por otro lado empezaría a profundizar mucho más en todo lo que rodearía la aventura de los dos protagonistas.Si anteriormente se recreaba la acción de las viñetas en

espacios muy reducidos, ahora empezaría a sacar paisajes de fondo, como por ejemplo dar más intensidad al movimiento del tren, o esta gran casona, que no deja de impresionar por sus grandes detalles en una viñeta que en la edición donde ha sido de este volumen se antoja muy reducida. En la historia Fantasio aparecería con una mascota, una ardilla, el personaje con el tiempo lo cambiarían por un animal un tanto extraño, al cual le conocemos como el Marsupilami. También Franquin empezaría a meter personajes reales, como el notario que aparece en las primeras paginas, es la recreación de su propio padre.
La historia que se antojaba por ser un relato de suspense con lo tintes de humor negro, sería un genero que desecharía rápidamente al no saber manejarlo como el propio Franquin quería hacerlo. La historia de una herencia y un tesoro misterioso donde ellos dos no son los únicos que están al tanto y claro esta, intentando hacerse con el. Los saltos imprevistos dentro de la aventura, sus cambios tan imprevistos y la ironía acompaña por las viñetas que estaban dando forma al nuevo Spirou hacen de la historia un relato imprescindible de leer por los aficionados al cómic Franco-belga.
Ya en 1948 Dupuis editaría su primer formato tipo álbum con la historia de Franquin, Radar el robot. Una historia donde según llego a comentar el autor, lo que quería hacer es coger un coche y que se viese conducir solo, quería asustar a todos los que vieran pasar al coche por su lado. En la historia Jijé intervino ayudando a su pupilo, el cual llegaría a aportar ideas en la trama de la historia, y al mismo tiempo llegaría a dibujar las dos últimas viñetas. En esta ocasión y salvando los obstáculos del bloqueo que muchas veces le solían suceder y que Jijé le ayudaba constantemente, la acción dentro del álbum es mucho más presente dentro de este. El impacto que pone en las caras de toda la gente que ve al coche es impresionante con escenas un tanto surrealistas, como la de un señor mayor que dispara con su escopeta al coche. Esta historieta, es sin duda otra de la grandes que lego a realizarse.
Dentro de las aventuras largas con esta termina el volumen primero, llegando a recrear también otras cuatro historias cortas que fueron publicadas entre el 15 de abril de 1948  y el 2 d febrero de 1950. En una de ellas el libro rescata una anécdota con un contratiempo que llego a tener con una de las historias. En Spirou sube al ring, Franquin llega a rodear al personaje con gente barrio-bajera, la Dupuis le llego a insistir en quitar esas viñetas ya que no era el estilo que querían llegar a llevar. pero el propio Franquin indignado llego a presentar hasta su propia dimisión por escrito de la Dupuis. este echo lo dejaron enfriar y es aquí donde todo quedo como una anécdota más. En las cuatro pequeñas historias aparece "Spirou y los planos del robot", "Spirou sube al ring", "Spirou monta a caballo" y "Spirou y los pigmeos". Cuatro historias que te harán disfrutar del mejor Spirou de todos los tiempos.