45.- Atracción fatal (1987) por Adrian Lyne
Una de las películas más escandalosas que tuvo el cine de Hollywoood en la década de los 80 fue la protagonizada por Glenn Close y Michael Douglas, "Atracción fatal". Film dirigido por Adrian Lyne. Un director acostumbrado hacer películas con altos contenidos de morbo, como en "Nueve semanas y media", donde el supuesto streeptease de Kim Basinger se queda en mucho ruido y pocas nueces, y que seis años después de haber estrenado "Atracción fatal" volvería con otra alta carga de morbo en "Una proposición indecente". Film rodado con Robert Reford, Demi Moore y Woody Harrelson. Pero siguiendo la senda del film que hoy nos ocupa, Atracción fatal es una película que transforma los deseos más ocultos en una pesadilla. Donde pone a las personas normales en las situaciones más extremas y pasan de ser de un modelo social intachable en lo más deplorable que puede llegar a ser en la vida. El film te enseña el lado más amargo de una obsesión, una pequeña gracia que en muchas personas pueden llegar a trastocar su aparato nervioso y así convertirse en las personas que nunca desearon ser.
Una de las películas más escandalosas que tuvo el cine de Hollywoood en la década de los 80 fue la protagonizada por Glenn Close y Michael Douglas, "Atracción fatal". Film dirigido por Adrian Lyne. Un director acostumbrado hacer películas con altos contenidos de morbo, como en "Nueve semanas y media", donde el supuesto streeptease de Kim Basinger se queda en mucho ruido y pocas nueces, y que seis años después de haber estrenado "Atracción fatal" volvería con otra alta carga de morbo en "Una proposición indecente". Film rodado con Robert Reford, Demi Moore y Woody Harrelson. Pero siguiendo la senda del film que hoy nos ocupa, Atracción fatal es una película que transforma los deseos más ocultos en una pesadilla. Donde pone a las personas normales en las situaciones más extremas y pasan de ser de un modelo social intachable en lo más deplorable que puede llegar a ser en la vida. El film te enseña el lado más amargo de una obsesión, una pequeña gracia que en muchas personas pueden llegar a trastocar su aparato nervioso y así convertirse en las personas que nunca desearon ser.
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