Tras el batacazo con la tan mala acogida que ha tenido tanto como critica (a pesar de sus cuatro nominaciones a los premios Goya y espectador que supone llevar a los ídolos de nuestra niñez, Zipi y Zape vuelven a posicionarse como un icono dentro del tebeo español El cual podría acoplarse dentro de diversas lecturas como "Paracuellos", del autor Carlos Gimenez para terminar dentro de un vídeo juego de puzzles donde a falta de mando e ideas nos quedamos con las gracias de un par de mellizos envueltos en una escuela de verano, donde a mi pesar de que pueda ser la mejor visión que tengamos de los dos mellizos, queda un tanto obsoleta en contenido y personajes históricos que siempre acompañaron a la pareja dentro de todas sus fechorías. No así mismo la película enclavada en un misterioso castillo donde su principal dueño era la educación a través de comprender la infancia a través de que en algún momento se sienta el volver a ser crío sin la correspondiente idea que para serlo, la severidad de sus rectores, era más propio de un orfanato de la dictadura que un simple campamento donde los padres se olvidan de sus hijos, por lo menos en la época festival de verano. Pero ni los propios personajes emocionan y mucho menos te llegan a volver a deleitar con las hazañas de un tebeo que un día te hicieron sentirte mucho más crio y que hoy en día, por lo menos la gente de mi generación, se acuerdan con tal nostalgia.
Pero aquí nos la han colado, con unos actores que más que interpretar, lo que hacen es leer los guiones y cumplir con el cometido de soy niño malo y al final, rescatara el colegio de una mente perversa que se olvido por algún trauma que el significado de la educación, esta en la convivencia .
Pero los mellizos no son lo que un padre realmente quisiera tener...o sí. Dos gamberros que dentro de sus fechorías serían llevadas al máximo nivel, con unas consecuencias de ser internados en un correccional, que en su día fue una guardería en unos años donde la infancia estaba enclavada en la disciplina. Una disciplina que no miraba a los niños tal y como eran, sino que haría que muchos de ellos los doblegasen para ser los parias del sistema actual en el que vivimos.
Nota.-2/10.
Pero aquí nos la han colado, con unos actores que más que interpretar, lo que hacen es leer los guiones y cumplir con el cometido de soy niño malo y al final, rescatara el colegio de una mente perversa que se olvido por algún trauma que el significado de la educación, esta en la convivencia .
Pero los mellizos no son lo que un padre realmente quisiera tener...o sí. Dos gamberros que dentro de sus fechorías serían llevadas al máximo nivel, con unas consecuencias de ser internados en un correccional, que en su día fue una guardería en unos años donde la infancia estaba enclavada en la disciplina. Una disciplina que no miraba a los niños tal y como eran, sino que haría que muchos de ellos los doblegasen para ser los parias del sistema actual en el que vivimos.
Nota.-2/10.
Comentarios
Publicar un comentario