Tres pesos pesados dentro del cine de accion, se juntan para dar otro golpe de mesa a dispensas del director Fisher Stevens. Hablo de Al Pacino, Christopher Walken y Alan Parkin. Unos actores que desde hace ya años están sirviendo en películas mediocres, que para mi, no es sino despreciar su buena labor de actores por el dinero. ¿Como es posible que Al Pacino un actor que a encarnado a los mafiosos más famosos del cine negro, se vea de prometido romeo en una facia película de Adam Sandler?. Pero no se incomoden, tampoco estamos delante de una vuelta a los mejores años, pues el film tampoco pasara a los anales de la historia del cine como una gran película. Que más allá de una traición se empieza a valorar realmente la amistad y la lealtad hacia tus amigos.
En la juventud de tres asesinos: Doc, Val y
Richard Hirsch. Tuvieron un pequeño problema, y es que Val asesino al hijo de un jefe mafioso y por ello tuvo que pasar 28 años en la cárcel. A su salida le espera un viejo amigo, Doc, que tendrá que asumir una difícil situación. O su vida, o la vida de su amigo Val. Ante esa situación, y a sabiendas de como va a terminar todo, los dos deciden recoger a otro viejo amigo de juergas y pegarse la última. Esta a la salud de una amistad, que a lo mejor esta mas para empezar que para terminar.
Las interpretaciones rozan lo correcto, y es que después de haber encarnado a personajes tan peculiares dentro de los peores papeles de su vida. Se nota la oxidación de sus interpretaciones. Pero aún así, la película se deja ver y con alguna secuencia que ira un poco más allá de lo perfecto. Algún chiste que se puede llegar a encontrar la gracia, y sobretodo, enseña que aunque creas que se te termina el tiempo de la vida, esta misma te puede enseñar que nunca es tarde hasta que uno llega a lanzar su último suspiro.
Nota.- 5'5/10.
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