Mort Cinder de H.G. Oesterheld y Alberto Breccia

Ezra Winston es un anticuario. Que posee una tienda en Chelsea, barrio de Londres. Un día recibe las pertenencias de una señora. Siendo casi todo souvenirs egipcios con fabricación de Inglaterra. A excepción de un viejo espejo. En el vislumbrara el rostro de una antigua reina egipcia. Marcándolo con un escarabajo en la palma de la mano. Un hombre extraño bajo el nombre de Esqueleto, aparece en la tienda con un antiguo reloj. Ese mismo día, es ahorcado un asesino, con el nombre de Mort Cinder. El reloj le señalara una hora y un sitio concreto donde debe ir. ¿Porque tiene que ir? ¿que tiene que ver Ezra, con el asesino ahorcado?.

Mort Cinder es un no muerto. La historia de un hombre del cual guarda un secreto que las fuerzas oscuras quieren hacerse con el. Para dominar el mundo. Sus primeras viñetas vieron la luz en la revista argentina Misterix. Revista creada en el 1948, donde en un principio, editaban viñetas de autores italianos. Pero que al poco tiempo, y por la demanda. Empiezan a acoger artistas argentinos. Entre los nombres como El sargento Kirk, Watami, Capitán Gormorant, o la que os traigo hoy. Mort Cinder, fueron lo platos fuertes de esta revista dedicada exclusivamente a la ciencia-ficción y fantasía.

Creado por H.G. Oesterheld y Alberto Breccia. Nos relatan una de las mejores historias de cómic negro policíaco, que se haya escrito en la historia. Desde su apasionante guion, hasta su dibujo. Con una recreación del entintado alucinante. Me gusta sobretodo, las marcas de los rostros, donde pone vida propia a cada uno de los personajes. Es como si estuvieras viendo una película en blanco y negro pero sobre el papel, o mismamente los paisajes, hacen una historia totalmente tenebrosa que te helara totalmente, en el recorrido de sus aventuras.